Significado y valor de la colección histórica de la biblioteca

Litoral
Litoral, octubre 1927 numeros 5, 6, 7 (homenaje a Don Luis de Góngora)

Una de las misioneras, Alice Bushee, que será más adelante profesora de español de Wellesley College, organiza la biblioteca de la escuela de la misión que, junto con la del Instituto, se ha establecido en Fortuny, 5. Consta la colección en este momento de 3000 volúmenes y tienen acceso a ella las alumnas de ambasinstituciones.”

La cita procede de “Cien años de educación de la mujer española. Historia del Instituto Internacional” Carmen de Zulueta (1992) y el hecho que describe tenía lugar en 1904.

De procedencia muy diversa, el núcleo de la colección histórica tiene que ver con la historia de la institución, legados de intelectuales o donaciones realizadas por personas e instituciones de alguna manera vinculadas con la actividad del Instituto. A todo ello se une la compra de una colección particular muy significativa a finales de los años sesenta, la del célebre crítico literario, Melchor Fernández-Almagro (1893-1966).

 

Por su importancia para nuestra historia destacan los editados desde finales del XIX hasta finales de los años 30 del pasado siglo. A los libros de la colección Gulick, fundamentalmente de temática religiosa, se suman los donados por personas vinculadas a la figura de Alice Gordon Gulick que de 1903 a 1926 contribuyeron desinteresadamente al proyecto fundacional a través de la Liga del Instituto Internacional. Nombres unidos a la historia temprana del Instituto como Helen Sanborn, Caroline Borden o Katharine Coman han aparecido en las etiquetas de donación conservadas en algunos de ellos. En otros casos firmas, exlibris y sellos han ayudado a identificar libros cuya procedencia se desconocía. De esta manera han salido a la luz algunos ejemplares que pertenecieron a Susan Huntington directora del Instituto de 1910 a 1918, Homero Serís y del propio “Institute for Girls in Spain”, por destacar algunos.

La Sra. Huntington estableció vínculos con los principales intelectuales del momento, inició la colaboración con la Junta para Ampliación de Estudios e hizo del Instituto uno de los centros culturales más importantes de Madrid. Este hecho tuvo su repercusión en la Biblioteca. Un ejemplo de ello sería la primera edición de “Platero y yo” donada por el autor según reza la etiqueta y con el exlibris que se diseñó en memoria de Francisco Giner de los Ríos. Otro ejemplo, testimonio de la relación con María de Maeztu, profesora del Instituto y posteriormente directora de la Residencia de Señoritas, es el ejemplar “Religión y humanidad” de Paul Natorp de 1914, traducido y prologado por M. de Maeztu.

No menos interesante es la colección de biblioteconomía que recoge la tradición anglosajona. Es resultado de los cursos que se empezaron a impartir en 1928 en la Residencia de Señoritas con la colaboración del Instituto Internacional. La idea de organizar estos cursos, que serían pioneros, parten de una iniciativa totalmente norteamericana. Es Mauda Polley, bibliotecaria del Instituto, la que se encargará en un principio de organizarlos. Tras el paréntesis de la guerra se reanudaron en 1942 y se realizaron hasta 1979.

En 1970 se incorporó a la colección de la biblioteca personal del historiador y crítico literario Melchor Fernández Almagro comprada unos años antes. Además de esta adquisición, la biblioteca aumenta de manera significativa con los legados de María Vignier viuda de Fernando Vela (colaborador de Ortega y Gasset y secretario de La Revista de Occidente en su primera etapa) y Gonzalo Lafora (psiquiatra y discípulo de Ramón y Cajal y Luis Simarro). Los autores incluidos en estas colecciones hacen que esté ampliamente representado el panorama literario en lengua española de la época. Cerca de las 6000 firmas identificadas hasta el momento, la mayoría pertenecen a estas tres colecciones.

Otras colecciones dignas de mención son las procedentes de la Asociación de Diplomados del Instituto Internacional o  la Asociación de Mujeres Universitarias.

En relación a las publicaciones periódicas, destacan títulos de revistas poéticas y literarias como Litoral, Índice, Caballo Griego para la Poesía o Sur.

 

Para dar visibilidad a estos fondos se realizan exposiciones periódicas en vitrinas pero está previsto comenzar un proyecto de digitalización de algunos de los ejemplares más relevantes que serán visibles desde la página web.

 

La riqueza de la biblioteca no está solo en el valor material por su representación del panorama cultural español de la primera mitad de siglo XX, sino sobre todo como testimonio bibliográfico de la vida e historia de la institución y de las personas que contribuyeron a hacerla posible.