Desde su llegada a la presidencia en el año 1996, José María Aznar se propuso alcanzar una mayor capacidad de interlocución con Estados Unidos. El objetivo era mejorar la presencia española en el exterior, participar en la toma de decisiones de los núcleos de poder y combatir conjuntamente el terrorismo de ETA. Tras los atentados del 11 de septiembre y durante los tres primeros años de la primera legislatura de George W. Bush (2001-2004), Aznar buscó una sintonía a nivel presidencial con la intención de poder ejercer cierta influencia sobre Estados Unidos. Esta estrecha relación bilateral culminó con la foto de las Azores, símbolo de un compromiso mutuo adquirido en materia antiterrorista. Sin embargo, la estrategia del Partido Popular durante los dos mandatos de José María Aznar en sus relaciones con Estados Unidos tenía un fin último: mejorar el posicionamiento de España a nivel internacional y las relaciones internacionales entre ambos países.